Apenas un minuto después del lanzamiento, el Challenger explota en el cielo. Esta lanzadera, un avión espacial diseñado para llevar hasta 3.000 kilogramos y una tripulación de siete personas y pasajeros, obligo a la NASA a replantear sus planes. Un error en las juntas de uno de los cohetes propulsores origino la explosión. Detectada la falla se rediseñaron las lanzaderas y cuatro años después se retomaron las misiones al espacio. (Foto AP)
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